Hola mamá:
Tengo un centenar de cosas que contarte. Para empezar, logré
superar todos los enigmas de la biblioteca. Fue entretenido ir de estantería en
estantería leyendo libros y buscando nuevas notas. “Motores”, “Pokochos”,
“Tepigs”,… Los enigmas se fueron haciendo cada vez más complicados, pero no han
sido un problema. ¿Ves? Los videojuegos de puzles me han ayudado mucho en la
vida real.
Pista tras pista, logré encontrar un interruptor a una sala
secreta bajo la biblioteca. Daba al despacho de Aloe. Me recibió con una
sonrisa de par en par. “Ha sido sorprendente”, me dijo, “La mayoría de
entrenadores necesitan una pista inicial para descubrir los enigmas de la
biblioteca. Incluso hay quienes necesitan que les expliquen el funcionamiento
de este puzle, pero tú has logrado llegar hasta aquí sin ayuda alguna. Tu amor
por los libros y tu ingenio e inteligencia me fascinan. Será un honor ser
retada por alguien como tú”.
El Watchog de Aloe es de lo más poderoso... |
En la entrada, nos paró un chico llamado Camus, de pelo
rubio y rizo y de edad cercana a la de Aloe. Y, al parecer, la conocía.
Apresuradamente, Aloe le explicó la situación y le pidió ayuda para encontrar
al Equipo Plasma. No tardó en aceptar, y Aloe me ordenó que le acompañase. Yo
me puse muy nerviosa, insegura sobre si era suficientemente fuerte para algo de
tal envergadura. Aloe me dijo que no era
momento para inseguridades, y que estaría a la altura. Así, Aloe se dirigió a
la ciudad y Camus me ordenó que lo siguiese hacia el oeste.
Llegamos a Bosque Azulejo. Camus me pidió que me adentrase
por el camino largo del bosque mientras él intentaba emboscarlos por el otro
sendero. No todavía muy segura, acepté y eché a correr por la espesura del
bosque. Suerte que el C-Gear tiene algunas buenas aplicaciones para orientarse
por el bosque… Y de no tener a mis pokémons de ánimo, de seguro me hubiese dado
la vuelta y rendido.
Al paso tuve que vérmelas con varios miembros del Equipo
Plasma que intentaban ganar tiempo para que sus aliados lograsen huir. Suerte
eran de bajo rango y no resultaron un problema. Llegué a un descampado donde
encontré al último de los miembros dándose a la fuga con el cráneo. Snivy se me
adelantó a cualquier orden y atacó intentando recuperar la pieza del museo. No
tuve tiempo de empezar un combate con él, un anciano vestido con una capa que
se me hizo extremadamente similar a que llevaba Ghechis se acercó a su
subordinado y le ordenó que abandonase su propósito, que habían descubierto que
el cráneo no tenía relación con su investigación. Ignorándome por completo,
dejaron el cráneo a su suerte y se marcharon sin tiempo de que los detuviese.
En vez de eso, recogí el cráneo y seguí el camino de regreso. Me encontré a
Camus, que se alegró de veras de que encontrase el cráneo. Después de
explicarle lo sucedido me dijo que llevase el cráneo al museo, que él tenía que
volver a Ciudad Porcelana, pero que hablaría con Aloe por videomisor.
Volví lo más rápido que pude al gimnasio, donde hablé con el
marido de Aloe hasta que ella llegó. Tan dulce como siempre, me agradeció de
corazón que la hubiese ayudado. Y me ofreció la Medalla Base. Yo me quedé
helada y sin saber qué hacer. El Equipo Plasma había interrumpido nuestro
combate y no habíamos terminado la batalla. Me negué a aceptarla, pero Aloe me
dijo que entrenar pokémons no es todo ganar batallas y hacerse el más fuerte,
sino también cuenta el honor, la dedicación, el esfuerzo, la franqueza, el
valor, la valentía, y el aprecio por los demás. Y dijo que yo se lo había
demostrado en todos estos días en Ciudad Esmalte. Así que no pude negarme a la
medalla. Me la he ganado de un modo de lo más peculiar.
Con tanta emoción fuerte he decidido quedarme una noche más
aquí. Mis pokémons necesitaban descansar después de tantos combates seguidos y
así yo he podido ayudar a arreglar el estropicio dejado por el Equipo Plasma en
el museo. Mañana cruzaré por la ruta rápida del Bosque Azulejo y, según me ha
indicado Aloe, siguiendo todo recto el Puente Saeta, llegaré a Ciudad Porcelana.
Quizá me encuentre a Camus y podamos conocernos en condiciones. ¡Hacer nuevos
amigos es muy divertido! Nunca está de más tener aliados.
Te escribiré pronto.
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